La imprimacion no es absoluta - cap 3

Todo me pasa por entrometido

No me di cuenta que tenía hambre, hasta que llegué a la cola y escogí todo lo que pude comprar, no había reparado en que Edward me había puesto un billete de cincuenta dólares en el bolsillo derecho del pantalón… no sabía si sentirme agradecido o molesto, pero por ahora me servía, ya más tarde encontraría forma de devolvérselos.

Seth ya había escogido una mesa, con una buena vista a la chica nueva, moví la cabeza desatándome la coleta, me sentía mas cómodo así, al acercarme me percaté que no estaba solo, una chica de cabellos oscuros lo estaba acompañando, y él tenía un gesto de incomodidad frente a ella, me las olía quien podría ser.

Que hay Leah! No puedes esperar un par de horas más?

Jake, bueno no… ya sabes lo impaciente que puedo ser a veces…

A veces? Casi siempre eres tan desesperante y…

Me cortó la frase, con una suya más fuerte:

Desde mañana empiezo a enseñar aquí, hoy aceptaron mis papeles y voy a ser auxiliar de Literatura.

No me molesté tanto como debiera porque el noventa por ciento de mi cabeza estaba pensando y mirando cada movimiento de esta nueva chica, que aun parecía molesta.

Jaaakee!!! Te estoy hablando! Ay por Dios! Como extraño estar en fase para poder saber lo que andas pensando…

Y porque has tomado esa decisión Leah? Acaso no te basta con tenernos día y noche contigo en la manada? Acaso piensas que nos encanta tu presencia y que nos estén con la cantaleta todo el tiempo?

Seth asentía con el ceño fruncido cada una de mis palabras, sí, fui un poco duro con ella, pero es que no entendía como podría hacernos eso.

En primer lugar no lo hago por ustedes, lo hago por mí, me siento inútil en casa con mamá, preparando comida para Charlie y Billy, limpiando por aquí, moviendo por acá, quiero hacer algo por mi vida, y lo más cercano y rápido fue esto, y en segundo lugar, me da una oportunidad para …

Ver si alguien te imprima?!?

Me dieron ganas de darle un lapo a Seth por eso, pero me contuve porque pensé que Leah lo haría, pero me sorprendió que no lo hiciera, simplemente le dijo:

No hermanito, la esperanza no se pierde, pero este no es el caso.

Ambos nos miramos y sorprendidos comenzamos a comer de nuestras bandejas, compartí la mía con Leah, y seguimos la velada en silencio.

Seth se adelantó a la siguiente clase, yo me fui hacia el baño, era algo que mi naturaleza me pedía, al salir aliviado de los servicios escuche unos murmullos desde fuera del campus, mi oído lobuno me permitía eso.

Disimuladamente me fui acercando para ver quién era la persona que emitía esos bisbiseos, me asomé por la ventana y me sorprendí al ver a la chica nueva sentada apoyada sobre sus manos, llorando desconsoladamente.

Qué hago? Voy a consolarla o qué? Mmm… de caballero tengo que ir, me arriesgaré.

No quise ir despacio pues la asustaría, hice notar cada paso que daba, así ella se dio cuenta, levanto su rostro y se enjugó las lágrimas, cogió sus libros y con una ligera brisa movió su plateado cabello ocultándome su bello rostro.

Hola, estas bien? Te puedo ayudar en algo?

Me quedó mirando y sus ojos ahora eran violetas, pareciera que tenía muchas cosas que decir, pero no sabía por dónde comenzar…

No, no estoy bien, estoy molesta, no quiero estar aquí.

Tus papás te están obligando a venir aquí?

Pensé que ella pasaría lo mismo que yo con Billy, por eso fui por ese lado.

Sí. Solo espero un año más para poder hacer lo que yo quiera.

Quieres decir que esperas tener dieciocho para poder llegar a tu mayoría de edad? Espera…entonces no eres de acá? Pues aquí se llega a la mayoría de edad a los veintiuno...

Creo que ya se me hace tarde, ya me siento mejor, gra-ci-as…

Se dio la vuelta y desapareció del lugar.

Quise estar un momento solo, y ya no entré a la última clase, tomé mi moto y me fui hacia el campo. Estuve tentado a entrar en fase, para olvidar todo lo que estaba pasando por mi mente, pero corría el riesgo de que Sam o alguien esté cerca y pueda ver lo que yo estaba pensando, así que decidí caminar.

Busqué un claro, bien lejos de la casa Cullen, no me arriesgaría a que Edward revise mis pensamientos ahora, ni yo los entendía. Me recosté y lo primero que vino a mi mente fueron esos ojos celeste, rosas y violetas, que tenían esos ojos? Que tenía esa voz? Que tenían esas formas que me hacían olvidar todo, como era que se llamaba? Puf! No le pregunté cómo se llama…. Que opción tenía de haberle dicho, hola soy Jake, nada… y tú eres?, no me hubiese contestado.

Es que era tan guapa, alguna vez en mi vida había visto a alguien así? Solamente una vez me puse a buscar alguien distinta, bueno.., alguien parecida a Bella, cuando me sentí solo, viendo como todas mis ilusiones se iban por el inodoro, al ver que todos tenían una familia, un amor, menos yo, cuando Edward me dio las llaves de su auto deportivo y salí a buscar a alguien que me llene ese enorme vacío… y no lo encontré.

Ahora era distinto, yo no buscaba a nadie, pero mis hormonas habían salido a flote, tanto tiempo había pasado desde la última vez que las había sentido a flor de piel, lo recuerdo bien, estaba con Bella y… ya para qué recordar eso, ahora todo era distinto, ella era diferente, tenía mi edad, asistía a mis clases, no vi que tuviera a alguien persiguiéndola, digo del modo de la relación que tuvieron Bella y Edward, en este caso yo no sería el tercero, salvo por ese pelirrojo que la esperaba a la salida de clases, y quien era él?

Habían tantas preguntas que le hubiese hecho pero que no hice, tantas dudas por resolver pero nada… me gano la tontería de mirarla y tratar de mantener la boca cerrada para que otra vez no se descuelgue mi mandíbula. Pero… esto… porque pensaba en ella? Ya no tenía yo suficientes problemas en la cabeza para que me venga uno más? Quizás esto de la imprimación se dé más de una vez?

En que estoy pensando!? Porque me vinieron las palabras que le había dicho a Quil el verano pasado?

¿Ni siquiera se te pasa por la cabeza tener citas, Quil?

¿Eh...?

Ya sabes, salir con chicas reales, quiero decir, sólo por ahora, ¿vale? Sólo para las noches libres de tus obligaciones de niñera.

Recuerdo que Quil se quedó boquiabierto y me miró fijamente, parece que hubieran pasado años desde ese momento, cuando yo creía que eso de la imprimación era una tontería y que amaría a Bella sobre todas las cosas… un momento… Bella ahora era feliz, no creo que ella ni Edward se molesten si yo… esto… saliera un poco con otras chicas… un momento… en que estoy pensando?

Tenía que borrar mis pensamientos o buscar otros nuevos para relajarme y que cuando llegue a la Casa Cullen, Edward no se enteré de mi preocupación, ni mucho menos de esta nueva chica.

Tomé la moto y me fui a la Casa Clearwater, usando como excusa la puesta al día de las clases a la que no había asistido, y aparte para que Sue Clearwater me convidara un poco de su famoso pescado frito.