Este es un fic que intenta relatar las historias que debieron suceder despues del libro "Amanecer" de Stephenie Meyer.
Primero es el libro de Jacob, luego el de Bella y despues el de Renesmee que aun no comienzo.
Bienvenido, y espero te guste el blog :)

Jacob papá? cap 23

Como les vengo diciendo, hoy publicare todo lo que queda del libro de Jake, por sea caso, ya tengo el archivo pdf en el correo, les mandare una copia a sus correos (bueno, los que tengo en la libreta, es decir los que me han agregado a sus correos) espero realmente que les guste leer todos los capitulos de corrido, y puedan entender mejor toda esta historia.

El penultimo capitulo:


No se pudo poner peor?

Sentí como si mi cuerpo se desdoblara de mi mente.

Pareciera que me hubieran salido raíces de los pies, no podía moverme, no sentía ninguna parte de mí, tuve que recordar respirar porque mi piel se estaba helando poco a poco.

Embarazada? En cinta? Es decir que yo… no, no podía ni pensarlo dos veces.

Comencé a temblar, pero esta vez no de furia, el miedo recorría cada vena de mi cuerpo, creí caerme pero solamente eran mis rodillas que se rindieron ante el temor que me embargaba… tuve ganas de vomitar, de pronto la casa me dio vueltas y no recuerdo más.

-Jake?... Jake?

Escuchaba a lo lejos la voz de mi padre… era como si estuviera al otro lado del mundo y yo hundido en el mismísimo centro del planeta… esto tenía que ser un mal sueño.

Me desperté y no pude levantarme de mi cama, me sentía mareado, como si no tuviera piernas que me sujetaran al suelo, posiblemente me haya enfermado y esto es normal en cualquier recuperación.

Di un par de pasos hacia el baño, me mojé la cara y salí a tomar algo de aire. Quise meter la mayor cantidad de aire a mis pulmones, sabía que me haría bien. A la tercera inspiración llego mi padre con pan en su regazo.

-Hijo, estas mejor?

-Me siento algo extraño, pero viviré –sonreí- me hubieses despertado Billy y yo mismo habría ido a comprar el desayuno… porqué me miras así? Te pasa algo?

-Jake, realmente te sientes bien? Has estado durmiendo por dos días, acaso no recuerdas nada de lo que ha pasado?

Sentí un temblor conocido en mis piernas y brazos, me recorrió por la espalda un escalofrió sumamente inquietante, pues yo nunca había sentido frio por nada… raro…

-Como así que dos días Billy? Que ha pasado? Lo último que recuerdo es que tenía que ir a casa de Patrice… y pedirle que… no… se… vaya…

-Eso fue hace dos días Jake, esa mañana cuando partiste para casa de los Lepore, no apareciste en todo el día… por la noche Dominic Lepore te trajo en su escarabajo, no me explicó por qué, pero mencionó que no estabas bien, y que te dejara descansar, así como vino se fue, sin dar explicaciones ni comentar nada.
Sacudí la cabeza fuertemente y a la vez llenaba rápidamente mis pulmones del aire frio de la mañana, sentía que un desvanecimiento nuevamente venir, no podía dejarme vencer, yo era más fuerte que mi cuerpo.

-Jake para dónde vas? Come algo y… bueno… hazme saber de ti… necesitamos hablar…

Solamente escuché la voz de mi padre como si fuera un eco lejano, ya estaba corriendo hacia la casa de Bella… necesitaba hablar con alguien, nadie mejor que ella para escucharme, hasta que no lo diga no lo podré creer, no sabré si esto es cierto o no, tuve la intención de gritarlo mientras corría pero eso no me ayudaría para nada.

Mientras pasaban tras de mí los árboles y el sonido de los animales, el aire frio me despertaba de mi aletargamiento, ya iba sintiendo la movilidad en mis piernas y brazos, no como hace pocos momentos mientras mi padre me hablaba y yo creía que era solamente un espíritu andando sobre nubes. Estuve tentado a entrar en fase, llegaría mucho más rápido que en mi forma humana, pero había un ligero y pequeño detalle, por el que había resistido a transformarme en estos últimos meses, la publicación de todo lo que me pasara cual si fuera un periódico local de chismes… los mas frescos de toda la ciudad, no… no podía darme el lujo de que todos se enteraran de lo que estaba pasando.

Me detuve en seco, la lujosa casa blanca en el claro más lejano del sendero apareció ante mis ojos, pero me pareció extraño que no sintiera la pegada del efluvio natural en ellos, por el contrario, un extraño silencio se podía sentir en el aire… pensé que quizás todos se hayan quedado paralizados como cuando yo iba a visitarlos y uno de ellos daba la voz de que ya había llegado, así que disimuladamente me asomé por la ventana y lo vi.

Los muebles estaban cubiertos con sábanas blancas, y una fina capa de polvo le daba al lugar un aspecto lúgubre, triste… irónicamente ahora sí parecía una cripta de vampiros, pero la diferencia era que, ni un vampiro la habitaba.

Sentí que mis piernas aflojaban, empecé a temblar y sin temor de que nadie me oiga comencé a gritar y a gritar, hasta que se me secó la garganta.

Unas gotas de lluvia me caían en la cara, pensé en quedarme así tirado en el lodo, que se inundara todo el bosque y dejarme llevar por el agua hasta el mar.

Nuevamente solo en este mundo tan dolorosamente vacío, sin una razón para seguir, sin un motivo para siquiera poder levantarme, un problema que no debería serlo, un motivo que debió celebrarse, unos abrazos de felicitaciones que tuve que recibir… todo se desvanecía como la tierra convirtiéndose en lodo, mi vida que en algún momento había tenido un centro, una motivación, ahora se encontraba perdida en medio del desierto de mi soledad.

Patrice estaba embarazada, sentí como si intentara pasar una pastilla del tamaño de un melón por mi garganta cuando lo acepté, las lágrimas comenzaron a recorrer nuevamente mi rostro cuando una pasada visión se recreaba nuevamente en mi mente.

Su cabello platinado se agitaba con el viento, mientras ella feliz caminaba entre los prados recogiendo flores sujetando delicadamente a un niño de cabellos negros y ojos celestes que la miraba con adoración… a lo lejos me vi a mi mismo ordeñando una vaca mientras los observaba llegar a casa con todo el amor que podría caber en mi corazón…

Un trueno me despertó de mi fantasía… mi hijo, mi hijo… eso pequeño que ella llevaba en su vientre, también era mío… mío… como permitirme no verlo, no acunarlo entre mis brazos, no poder escuchar sus primeras palabras, no contemplar sus travesuras… de pronto me levanté del suelo y lo entendí, fue como si me hubieran inyectado adrenalina en las venas, un pequeño calor que aumentaba conforme caminaba, me quemaba por dentro hasta que llegó a mis labios y comencé a carcajear.

No estaría nunca más solo, como no lo pude entender! El vinculo entre un hijo y su padre jamás se rompe, nunca se quiebra… persiste con los años, con la vida. Mi pequeño Jake Jr. Bueno… Patrice imagino que tendrá un nombre mucho más sofisticado… pero por ahora lo llamaré así, Jake Jr. Me necesitaría a mi tanto como yo a él.

La risa continuaba tatuada en mi cara mientras corría de regreso a mi casa. No tenía porque estar triste, tendría aproximadamente unos ocho meses para trabajar fuertemente, reunir dinero y viajar hasta Londres, regresaría con Junior y con su mamá, sea como sea…

-Padre! Padre!

A pesar de la lluvia, Billy estaba afuera empapándose de pies a cabeza con la mirada perdida hacia el lugar donde yo había desaparecido, cómo le cambio el semblante cuando me vio aparecer con la sonrisa en los labios.

-Hijo! Jacob!... –empezó a mover su silla para darme el alcance, lo detuve antes de que pueda resbalarse- qué alegría! Has regresado tan rápido! Ya te sientes mejor?

-Billy! - daba vueltas y vueltas alrededor de su silla moviendo las manos arriba y abajo tan rápido como podía- papá… papá… sabías que te estás poniendo más viejo? Que las arrugas se te ven hasta en las uñas?

-Ya basta de vueltas Jake! –su gesto se endureció- no hagas bromas sobre mi longevidad hijo, que tanto te pasa?... ya detente!!

- Estas hecho un abuelo Billy..!! Un abuelo!! –me detuve frente a su silla y comencé a gritarle frente a frente mientras continuaba con la sonrisa tallada en la cara.

-Jacob! ya te he dicho! Nada de bromas! –cogió su silla y se encaminó hasta la casa.

-Que vas a ser abuelo Billy! Abueloooooo! Abuelooooooooooo!!!

Detuvo su silla, volteo lentamente, pensé que se pondría a gritar de loco, como yo lo estaba haciendo, acaso no era una noticia digna de gritarse a los cuatro vientos? Por qué tenía esa cara?

-Jacob, pasa a la casa, necesitamos hablar.

1 twifans comentaron:

Anónimo dijo...

me ha gustado mucho.No he podido encontrar los primeros capitulos de esta historia y ¿al acabar un capitulo puedes irte al siguiente directamente?¿como? contestame por fabor
yo te doy un nueve como escritora y un diez en imaganacion

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