Una nueva loba en La Push -cap 8

Lo uno o lo otro

La frase me vino a la mente enseguida. Un hombre lobo en París, mejor dicho, una mujer lobo en … aquí?

Mi primera reacción fue reírme, no lo podía creer, entonces, era cierto que nuestro secreto no era tan secreto como parecía, pero luego me puse a pensar cuando descubrí que yo era licántropo, fue doloroso y no solamente a nivel físico… y no sé porque recordé a Leah.

Mu-jer- lo-bo. Articulé.

Ella me observaba con algo de extrañeza, con un dolor en los ojos que no alcance a comprender.

Pero si es lo más increíble que le puede pasar a uno, no crees?

Es decir, que tú también….

Por supuesto! Lo sé desde hace tres o cuatro años atrás. No te preocupes, después de un tiempo ya te acostumbras e intentarás sacarle provecho a los “beneficios”.

Mi idea era tranquilizarla, sabía como uno se sentía cuando se enteraba de este cambio, era difícil… muy difícil… por eso trate de consolarla de ese modo, pero parecía más molesta aún.

No lo entiendes Jake, “esto” no era lo que yo quería, otra escuela, otra gente, “mi” gente, convivir, ver, compartir cosas que me gusten, que sé que me vienen de familia, que sé que mi abuela hubiese querido que yo mantenga como tradición, me siento como si estuviera traicionando su memoria, su legado.

Siempre había creído que quienes marcan más a una persona son sus padres, pero, su abuela? Tanto así había permanecido en ella?

Pareciera que entendió mis palabras no pronunciadas, y con una sonrisa me respondió.

Mi abuela era realmente hermosa, le venía de familia, lo que ustedes llamarían un linaje, aparte de su belleza, fue una combatiente, a pesar de su delicadeza, conocía mucho sobre el mundo… mágico.

Un momento, guapa? Más guapa que ella? No me cabía en la cabeza remota posibilidad, mundo mágico? Debe ser de los licántropos, es decir, de nosotros.

Pero tú también eres… esto… guapa… que problema hay con la belleza? Lo importante esta en lo que uno puede ofrecer, aprender. Mentí.

Jake, parece que te estás perdiendo, mi abuela era… una bruja. Vio mis ojos desorbitados y después de una pausa, continuo, sí de esas que hacen magia, que hacen hechizos, que usan calderos… de esas.

Realmente las brujas existen? Quiero decir… ese mundo existe?

Haré como que no te he escuchado Jake… acaso el nuestro también no es un mundo de leyenda? Acaso lo que somos no pareciera sacado de una historia de hadas? Entonces? Hazme el favor!

Cuánta razón tenía! Entonces, existen los hombres lobo, existen los vampiros, existen las brujas… existirán los duendes y los ogros? A estas alturas de la vida ya nada debiera sorprenderme. Solté una risita histérica al comprender mis palabras.

Eso quiere decir que tú deberías ser… una… bruja, también…

En eso radica toda mi amargura. No, no lo soy. Todo el tiempo en que mis padres nos enseñaron en casa, tuvieron la esperanza de que desarrollara ese talento, esa cualidad tan importante, ser como ellos, ser parte de “esa” magia, pero no se dio… sus ojos brillaron oscuros, llenos de ira… esperamos y nada pasaba, hasta que, ante su continua negativa, su negación obstinada de no dejarnos ir, sentí tanta ira que simplemente exploté, creo que tú ya sabes qué se siente.

Mis labios continuaron con la “o” bien marcada, mientras ella seguía hablando, no sabía que responderle, solamente asentía mientras masticaba cada una de sus palabras. Volvió a sonreír, pero esta vez fue una sonrisa de resignación.

Tiempo después, cuando aprendí a controlar esas explosiones, me develaron el secreto: mi abuelo también había sido hombre lobo, pero un verdadero hombre lobo, de esos que se transforman con la luna llena, de ésos que ya no hay, pero que también había llevado sobre sí la magia, es decir, que él había sido mago y hombre lobo a la vez, aunque uno no llevaba bien lo otro, lo había conseguido. Fue entonces cuando le pedí a mi padre, tiempo, para poder ver si podía yo también lograr ese prodigio, pero no se me dio. Fue así que haciendo unas llamadas, visitando a algunos parientes, habían preparado todo desde que Dominic y yo nacimos, siempre cabía esa posibilidad, de que seamos lo que somos.

Solamente hundí mis hombros, moví las manos, hice muecas con la cara, pero no me llego a salir nada, estaba tan sorprendido, era un mundo nuevo que no conocía, y eso que yo pensaba que conocía todo, que equivocado estaba.

Creo que te has quedado sumergido en tus pensamientos, se entiende, no sé porque me inspiras tanta confianza, deben ser tus ojos, y al decirlo sus ojos se tornaron violetas, es como mirar al mar, tienes una expresión, limpia, clara, algo que no había visto antes, por eso me decidí a hablarte, ya me desesperaba callar todo esto, disculpa si me he excedido.

Excesos? Quien habla de excesos Pat? Gracias por la confianza, a comparación tuya, mi vida es un cuento de hadas, entendí lo que dije y quise corregirlo, sin hadas.

Los dos reímos. En seguida ella cuadró los hombros, cambió de posición de piernas, y con una dulce sonrisa preguntó:

Y qué hay de ti Jake? Que te atormenta?

Me tomó por sorpresa, me quedé sopesando mis respuestas, no quería mencionar la historia de Bella, ni mucho menos la de Nessie, no sabía cómo eran las leyendas del otro lado del mar, si también validaban la imprimación o lo tomaban de otra forma.

Mmm.… Me han hecho mucho daño, y estoy en continua recuperación.

Un momento, porque buscaba palabras tan elaboradas, no era simple decir, no quiero hablar de esto? O, Nada, solo que pensaba en el infinito?, tonto yo.

Se me quedó mirando, era como si entrará dentro de mis ojos, era una sensación rara, pero muy cómoda.
Una chica?... Dos? …Quince?!? Soltó una carcajada que me contagió, no debería decir esto Jake, pero con la pinta que tienes, imagino que habrás dejado medio pueblo con el corazón quebrado, pero con la sonrisa en los labios al recordarte… se volvió a carcajear.

No entendí sus palabras hasta que una parte de mi mente, mientras se reía, entendió el doble sentido en ellas. Qué quiso decir con lo de pinta? Me recordé frente a un espejo hace un par de meses, después de un corte de cabello, lo que recibí fueron halagos, pero ahora, que pinta tenía exactamente?

Solo dos, o una, creo que ni yo lo sé, pero nada… bajé la mirada, el que termino quebrado fui yo, tonto Jake…

Sin querer me volví a sentir solo, mi mente como si fuera una película de terror, me recordó rápidamente unas escenas de adioses, de besos robados, de abrazos cálidos, de sueños a su lado, de su calor, sus labios, su pasión… fue una experiencia horrible. De esto trataba de huir, y cada vez que decía la palabra “solo” mi estúpida mente removía los escombros más punzantes en mi memoria, en mi corazón.

En mi subconsciencia, había puesto mi cabeza entre mis rodillas, mirando al grass, y tenía las manos apoyadas en mi frente, no quería que ella me vea así, derrotado, mal.

De pronto sentí unas punzadas calientes por mi cabello, como si me traspasaran troncos expuestos a la hoguera, era ella, sus manos se perdían entre mis cabellos, enredándolos más, no pude evitar sentirme como un canino.

La miré, y pude verme reflejado en sus ojos rosas. Triste, demacrado… vacío. Sentí lástima de mi mismo, como podía seguir sintiéndome así a pesar del tiempo transcurrido? Y lo comprendí.

Tanto tiempo encerrado en mí, guardando este dolor, cargando sobre mis hombros este vacío, esta sensación tan horrorosa, de soledad, de angustia, de resignación e impotencia, sin poder hablar, encerrado en mi auto aislamiento, tentado a gritarlo desde el acantilado más alto de la playa, desgarrarme la piel y sacarme en carne viva el corazón, quitarle algunas cosas y seguir para adelante, pero no podía.

Ella hizo el silencio reglamentario, observándome con ojos tristes y preocupados.

Vale Jake, no puede ser tan malo, estás vivo no? No estás encerrado en una habitación oscura con una camisa de fuerza, según veo, solamente te has aislado un poquito, eso pasa, ya me ves, se señalo al pecho mojado, es parte del proceso Jake, no te atormentes mas.

Mantenía las manos en mi cabello, no me di cuenta cuan cerca estábamos hasta que levante nuevamente la mirada y me choqué con sus ojos.

Aparté un mechón de cabello mojado de su hermoso rostro, y se lo tiré para atrás, y dejé que mi mano derecha siguiera su curso hasta que llegué a su cuello, ella no me detenía. No podía ver el color de sus ojos, siempre me ayudaban a saber cómo se sentía, pero ya era de noche, y la lluvia no paraba. Pat mantenía sus manos en mi cabello, seguía jugando con ellos con la mirada perdida en mis brazos mientras me acercaba mas a ella, traté de acercar mis labios a su oreja, pero mientras lo pensaba sentí un golpe fuerte en mi espalda.

Sus labios comenzaron a recorrer mi pecho mientras desabotonaba mi camisa, tardé un poco para entender mi ubicación, estaba tirado en el grass mojado y ella sobre mí. Busqué su rostro, busqué sus labios y me los negaba sonriendo, quise tocarla, sentir si esto era cierto, pero ella tenía mis brazos aprisionados a ambos lados de mi cuerpo, me había olvidado que era igual de fuerte que yo, la lluvia no me dejaba ver bien, solo podía escuchar golpeteos sobre mi cintura, y continuos jadeos que acompasaban los míos.

La parte consciente de mi mente me decía que tenía que hacer algo, aunque el noventa por ciento de mi cerebro estaba fundido en una sensación nueva, violenta, desesperada.

Cerré mis ojos fuertemente para librarme de las gotas de lluvia, tomé aire y me abalancé sobre ella. Seguiría su juego, inmediatamente aprisioné sus brazos, y le sonreí, me acerque a sus labios rápidamente, pero no la besé, sacudí la lluvia de mi cabello sobre su rostro, y se rió. A pesar de lo fuerte de sus formas, ella era suave. Imité cada uno de sus pasos, hasta que, un grito interrumpió el silencio.

Nunca vi animal más hermoso en mi vida, ni tampoco pensé que la mutación de mujer a loba había sido tan sensual como en esa ocasión.

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