Este es un fic que intenta relatar las historias que debieron suceder despues del libro "Amanecer" de Stephenie Meyer.
Primero es el libro de Jacob, luego el de Bella y despues el de Renesmee que aun no comienzo.
Bienvenido, y espero te guste el blog :)

Libro de Bella, cap. 1

No saben lo que he batallado pero ya estoy aqui nuevamente!!!
Ha comenzado un frio infernal (:S) ademas que esta lloviendo a cantaros... quizas y eso me ha ayudado para volver a escribir, porque me siento como si estuviera en Forks :)...

Les tengo noticias!
ya comencé a escribir el libro de Bella!!!! (yupi!!!!)
el capitulo que quise hablar un poco sobre la pelea entre Pat y Rose aun esta en stand by, no me cuadran muchas cosas y no se como poner otras pero de que va .. va!

Ahora,
Al comenzar a publicar este nuevo libro quisiera advertirles algo, es un poco (por no decir extremadamente) dificil escribir algo sobre alguien que no eres tú, además se pone mas dificil teniendo como referencia algunos datos, como por ejemplo el no comer, el no dormir, el exceso de relaciones sexuales (en muchos casos) o cosas asi, hasta ahora tengo tres capitulos escritos, no fue como con el libro de Jake que comence escribiendo y no paré hasta que llegué a la pagina cincuenta, no me pasa lo mismo con Bella, es mucho más dificil... asi que pido su comprension si demoro un poco en escribir entre capitulo y capitulo si? gracias.

Ahora, el primer capitulo del libro de Bella.



LIBRO DOS: Bella

Si es demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo es.
Cuando las cosas llegan muy fáciles sospechamos, deben ponerse algo complicadas antes de que las creamos reales? Nos educan en la creencia de que el curso del verdadero amor jamás corre suavemente, siempre tienen que haber obstáculos en el segundo acto antes de que puedas vivir por siempre feliz en el tercero?
Pero qué pasa cuando los obstáculos no están ahí? Significa esto que falta algo?
Necesitamos el drama para hacer que una relación funcione?
Carrie Bradshaw
Sex & the City, tercera temporada, capitulo siete.


El Calendario

Érase una vez un pájaro, adornado con un par de alas perfectas, y plumas relucientes, coloridas y maravillosas. En fin, un animal hecho para volar libre e independiente, para alegrar a quien lo observase. Un día, una mujer lo vio y se enamoro de él. Se quedo mirando su vuelo con la boca abierta de admiración, con el corazón latiéndole más de prisa, con los ojos brillantes de emoción. Lo invito a volar con ella, y los dos viajaron por el cielo en completa armonía. Ella admiraba, veneraba, adoraba al pájaro.

Pero entonces pensó: “Tal vez quiera conocer algunas montañas distantes”. Y la mujer tuvo miedo. Miedo de no volver a sentir nunca más aquello con otro pájaro. Y sintió envidia, envidad de la capacidad de volar del pájaro.

Y se sintió sola.

Y pensó “Voy a poner una trampa. La próxima vez que el pájaro venga, no volverá a marcharse”.
El pájaro que también estaba enamorado, volvió al día siguiente, cayó en la trampa y fue encerrado en la jaula.

Todos los días ella miraba al pájaro. Allí estaba el objeto de su pasión, y se lo enseñaba a sus amigas, que comentaban: “eres una persona que lo tiene todo”. Sin embargo, empezó a producirse una extraña transformación: como tenía al pájaro, y ya no tenía que conquistarlo, fue perdiendo el interés. El pájaro sin poder volar ni expresar el sentido de su vida, se fue consumiendo, perdiendo el brillo, se puso feo, y ella ya no le prestaba atención, excepto para alimentarlo y limpiar la jaula.

Un buen día, el pájaro murió. Ella se puso muy triste, y no dejaba de pensar en él. Pero no recordaba la jaula, recordaba solo el día que lo había visto por primera vez, volando contento entre las nubes.
Si profundizase en sí misma, descubriría que aquello que la emocionaba tanto del pájaro era su libertad, la energía de las alas en movimiento, no su cuerpo físico.

Sin el pájaro su vida también perdió sentido y la muerte vino a llamar a su puerta. “porque has venido?” pregunto a la muerte.

“Para que puedas volar de nuevo con él por el cielo”. Respondió la muerte. “Si lo hubieses dejado partir y volver siempre, lo admirarías y lo amarías todavía más, sin embargo, ahora necesitas de mi para poder encontrarlo de nuevo.”

Que patética.

Acaso la transformación había aflorado en mi un nuevo talento escondido en algún rincón de mi renovada mente?

Nuevamente sentí que me ocultaban algo. Hasta Renesmee me miraba y sonreía mientras tocaba el rostro de Rosalie que también sonreía y asentaba con la cabeza. Qué tramaban esta vez?

Revisé cajones, escruté documentos, no había tarjetas que pagar, ni recibos vencidos, ni siquiera me había olvidado de lavarme los dientes, hasta que vi el calendario que me regaló Emmett por navidad. Cuñadita-me había dicho burlonamente- éste calendario es para tus primeros diez años –soltó una carcajada- un momento! No es lo para lo que estas pensando, sino que después de ese tiempo, ya te dará igual que sea el año uno o el tres mil.

Curiosamente él y Rose se habían tomado el trabajo de colocarle símbolos de colores fosforescentes a cada fecha especial en todos esos años. Cumpleaños de Carlisle, el de Esme, el de Alice, Jasper, Rosalie, Emmett, Renesmee, Edward, Charlie, Reneé, Phil, Billy, Jacob, y hasta habían incluido el cumpleaños de Mike Newton y el de Angela Weber. Pero lo que más me impresionó no fue eso, sino el cuadro que se encontraba bajó todas esas fechas, un cuadro especial hecho por Carlisle, donde “predecía” el crecimiento de Renesmee hasta sus siete años, es decir, el crecimiento físico en paralelo con el crecimiento cronológico, tomando en cuenta que en un año se había convertido en una niña de cuatro años bien plantados…así no me sorprendería dentro de un par de años la pubertad, ni mucho menos la conversación madre-hija de los quince… mejor aún no pienso en eso.

Busqué con curiosidad el mes en el que estábamos y lo descubrí. Todo un año ya había pasado desde mi matrimonio con Edward, desde aquella hermosa tarde cuando me convertí en la nueva señora Cullen, bueno en Bella Cullen, eso de señora aún no me convence, aunque tenga una bella hija y un apuesto marido, no… solo había permitido que me llamasen así en ocasiones especiales, cuando salía y ningún vendedor creía que Nessie era mi hija, soy su madre – había aclarado- la señora Cullen.

Si todos estaban cuchicheando a mis espaldas era quizá porque Edward estaba preparando algo, y por lo visto no era algo pequeño. Alice no me quiso decir nada, nada de nada, me hizo acordar mucho sobre el destino secreto de mi luna de miel… vertiginosos recuerdos inundaron mi mente, volveríamos a la Isla Esme para una verdadera luna de miel?

Me sorprendí cuando unos días antes Edward me pidió que deje a Renesmee con Rose, que necesitaba hablar conmigo.

-Y, no podemos llevarla con nosotros?

-Esta vez no, - subimos al auto mientras la pequeña y todos y cada uno de los miembros de mi familia nos despedían sonriendo desde las amplias ventanas de la casa- no te preocupes, ya hablé con Rosalie, ella se encargará de todo, además sabes que no está sola, Esme y Alice la ayudarán si necesita algo.

-Acaso no es ésta solo una salida para conversar?

-No querida, no es solo una salida, es un paseo.

-Un paseo?

-Sí, - sonrió- un paseo de unos días, vamos camino al aeropuerto.

-Pero si ni siquiera he empaca…. Un momento… por eso Alice y tú…. Oh por todos los santos! Hacia donde me llevas esta vez Edward? – Pensé rápidamente mientras él evaluaba mi rostro- o es que acaso nos vamos de segunda luna de miel nuevamente a Brasil?- daba saltitos en el auto de la emoción.

- Fue mi primera opción, pero no, no vamos a ese continente.

- No me asustes Edward, solo Dios sabe qué me habría preparado Alice esta vez, y ya estaba convenciéndola de que me deje elegir mi propia ropa.

- No te diré nada Bella, por eso es una “sorpresa” –puso los ojos en blanco- y deja de morderte el labio inferior, me asusta que te lo puedas arrancar.

Pensé primero en Volterra, no podía ser, malos recuerdos, luego en Denali… imposible, dijo “otro” continente, además sabe de mi antipatía por Tanya. Tokio? Hará frío en estas épocas? Me tendrá un regalo preparado por allí? Acaso me enseñará la Isla “Bella”? Sonreí para mí misma, él me abrazo mientras emprendíamos el viaje.

Hicimos trasbordo en el aeropuerto de Madrid. Entonces éste sería el continente, pero… en qué país?
Ya el sueño no me venció esta vez, pude ver las miles de luces de la ciudad que nos acogía: París, la ciudad luz.

Edward supo que lo había adivinado cuando vio la gran sonrisa que se dibujó en mi rostro. Siempre había querido conocer París, me parecía tan romántica en mi niñez, guardé el secreto deseo de llegar algún día acompañada de mi príncipe azul, bueno, en mi caso mi príncipe blanco, de ojos dorados, de sonrisa perfecta, de perfectas formas… a pesar del año de casados mi mente se revolvía en un vórtice de sensaciones y recuerdos que tenían como centro a la persona maravillosa que tenía al lado.

Nos hospedamos en un pent-house del último piso de un hotel cinco estrellas muy elegante. Tenía ideas nada inocentes sobre lo que podíamos hacer en esas horas antes de que pueda amanecer.

-París es mucho más hermosa de noche, -me dijo melancólico mientras me miraba sorprendido- así que no apresures el momento… aún tenemos tiempo.

Me levanté rápidamente de la cama y repetí su última frase para mí, aún hay tiempo, días, años, siglos, no valía apresurarse.

Comencé a desempacar las casi diez maletas de piel que Alice había empacado. A veces me sentía como si no hubiera tenido muñecas de pequeña y aprovechaba para vestirme a su gusto de la forma en que quisiera, recordé que quizá no lo había pasado bien en su vida humana y decidí no protestar, bueno, no en frente de ella. Casi cuatro maletas tenían vestidos glamorosos, de colores realmente hermosos, unos ceñidos, otros vaporosos, otros con algo de brillo, me encantaron.

Una maleta estaba llena con encaje pequeño, de color negro. No me sorprendí que Alice haya rebuscado en la mente de Edward para saber qué color y que modelos eran sus preferidos.

- No lo puedo creer! Yo solamente había empacado dos maletas y resulta que esta….eh… querida? Has hablado últimamente con Alice?

-Sobre? Que recuerde no, qué pasa todo bien?

-Cuando estuvo de compras, solamente me dijo que estaba preparando tus maletas, pero en ningún momento mencionó que compraría cosas para mí.

- Creo que al llegar a casa debemos buscar una especie de C.C.A, imagino que debe existir, ya se está pasando…

-C.C.A?

-Compradores… -me acerqué para darle un vistazo a su maleta – compulsivos anónimos… pero por lo visto, -revoloteé entre la seda fina- ésta vez, también quería a un Ken en su casa de juguetes.

Le agradecería de alguna forma cuando llegue a casa, Alice también había comprado abundantes interiores de seda para Edward. De colores fuertes que contrastarían hermosamente con su pálida y suave piel. Encontré un bóxer negro, con finas rayas blancas alrededor… éste será mi favorito.

Continué con mis maletas, y me sorprendí de encontrar las tres últimas vacías. Rebusqué por todos los compartimientos internos, nada, cierres, bolsas, nada. Hasta que en la última maleta doblada cuidadosamente había una nota con mi nombre.

“Bella,
He visto…
Ya, no lo he visto, no aún, pero sé que me traerás vestidos inimaginables de París. La semana de la moda estará por acabar cuando llegues, tráeme también catálogos y todo lo que encuentres… recuerda que París es una de las capitales más importantes de la moda… y lléname aunque sea dos maletas de ropa trendy, si tienes dudas, consulta con Edward, creo que él tiene una mejor idea de mis gustos al vestir.
Ah! No te olvides los souvenirs, Esme quiere un adorno nuevo para colocar sobre la mesa de visitas, sabes que a Carlisle lo contentas con un libro de cocina o de medicina, a Rose con cualquier chuchería que incluya alguna piedra preciosa antigua, a Emmett con lo que encuentres, a Jazz con algo de Jazz, y como estoy escribiendo esta nota con Nessie, me pidió que no olvides de traerle ropa y más ropa, parece que ha heredado el buen gusto de su tía… menos mal.
Tómate tu tiempo…
Alice.”

-Cariño, nos espera trabajo.

-Lo sospechaba, pero tenemos tiempo…cuando te canses de París me avisas y así vamos de compras antes de partir.

-Y si no me quiero ir?

-Como te dije, tiempo es lo que nos sobra…

Nos olvidamos del tiempo y del lugar y como tiempo era lo que teníamos, decidimos dejar esa noche para que la ciudad luz se convierta en la ciudad del amor.

Caminamos cogidos de las manos por toda la ciudad. La torre Eiffel y su juego de luces fue lo que me impactó más. El aire congelado de la cima de la torre y la vista panorámica de toda esa bella ciudad me hizo sentir una estrella de cine, y muchos turistas lo creyeron así, porque no paraban de sacarnos fotos, las miradas iban de Edward hacia mí con algo de envidia, a veces con celos o muchas veces con deseo, por uno o por otro, aunque yo me siguiera sintiendo una más del montón, casi siempre olvidaba que ya no era más la chica torpe y simplona, sino una versión mejorada y coordinada de lo que antaño era. Eso sí, sujetaba fuertemente del brazo a mi apuesto esposo, les pegaba una mirada de basilisco a las parisinas que no disimulaban al mirarlo y comentar entre ellos. Edward simplemente reía, le parecía graciosa mi reacción siempre a la defensiva.

Conocí el monumento que le mandó hacer Napoleón a María Luisa, el Grand Louvre, varios museos, en sí la ciudad es hermosa, era como regresar al pasado, a la edad media, y entendí porqué a Edward le encantaba tanto esta ciudad.

Me gané buenas reprimendas de los guías turísticos, pues me quedaba petrificada y el grupo no avanzaba cuando escuchaba hablar francés a Edward, no entendía ni pío de lo que intentaba decir, pero es una lengua tan sensual…. Podría haber dicho, “ya no te quiero lárgate de mi vida” pero aún así se vería sexy pronunciándolo…

-Bella, creo que ya es momento de partir, como dicen por allí, de lo bueno, poco.

- Si me prometes traerme el próximo año nuevamente, me voy sin chistar.

- Tal vez, hagamos un viaje familiar con Nessie para que también conozca esta bella ciudad. El próximo año será otro lugar, otra sorpresa. Ahora tenemos que ir a casa, nos están esperando, tengo que presentarte a la nueva integrante de la familia Cullen.

  El proximo capitulo: Una Cullen más

4 twifans comentaron:

Anónimo dijo...

wola perdon x molestar en este capitulo pero esk me saco de onda lo de jake de su hijo ???¿¿¿¿estado condudas como va eso me podrias a visar please

Anónimo dijo...

no inventes chica escribes de lujo el flujo de la escritura es bueno, bueno a mi asi me lo parece y por lo que e lleido de otros comentarios no soy la unica que lo piensa, me dejas intrgada.... yo tambien tengo duda de que onda con jake y su novia y si ya no quiere mas a Nessie. tus capitulos me recuerdan las ancias que me daban cuando queria leer el siguiente libro de la saga twilight, publica mas please lo esperamos con ansias. GRAXIS

Anónimo dijo...

QUE JACOB TIENE OTRA NOVIA?
VOY A ASESINARLO CON TODO Y SU CUERPESOTE, aun que sea una niña de 14 años, nadie se mete con mi familia, y menos mi hermanita nessi, no lo creo, puedo saber perfectamente como una pareja acabara, y a ellos no les vi fin, no lo he leido pero aqui lo vi, ojala vuelban, bye, me gusta tu historia, y soy exigente, por que tambien soy imaginativa, y veo finales, nesesito una igual o mejor que el mio, continuo

eviana dijo...

ya no vas a publicar?

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